Las redes sociales han servido de altavoz mediático para todo tipo de personas, desde quienes tan solo buscan informar hasta quienes ansían todo lo contrario con falsa veracidad. Los bulos son incontables y los errores irreconocibles ante unos datos inventados que se proclaman como una certeza universal.
Las creencias afirmadas como verdades mantuvieron a los seres humanos en una celda diseñada a medida para que nadie pueda escapar de las rejas y puedan ser observados sus movimientos dentro de ella. La más extensa en el tiempo se conoce como Edad Media, bajo control de la Iglesia y en menor medida, del Estado. Aunque para muchos este período de tiempo haya quedado anticuado, la historia siempre tiende a repetirse y aquellos a quienes mataban antaño por declarar teorías de que la Tierra era redonda, hoy se igualan con quienes son silenciados mediáticamente por afirmar datos contrastados. De igual modo, los engaños declarados siguen siendo igual de válidos y aplaudidos que hace 600 años.
Un ejemplo claro en el que se manifiesta esta situación es cuando es contada la falacia habitual de que la vacuna del Coronavirus no es recomendable, pues ésta introduce un aparato en el cuerpo que no combate ninguna enfermedad, sino que sirve para controlar a las personas. Por desgracia, es una de tantas y de ella han derivado otras más escuetas como que vacunarse no sirve de nada o, que es un invento de Bill Gates para controlar a la población. Todos estos pensamientos parten de una charla que Bill Gates ofreció en el programa TED en el que refiriéndose a la población de los países más desfavorecidos afirma: “si hacemos la vacunación, los programas de salud y la cuestión de los embarazos podemos reducir entre un 10 y un 15 por ciento la población mundial”. Sus palabras fueron resumidas y relacionadas con la pandemia por el periodista Rubén Lenguas, quien además se sirve de sus declaraciones para malinterpretarlas y asumir que Bill Gates quiere acabar con el 15% de la población mundial. De este modo, son informadas bajo una capa de mentiras un sector de la población que pueden desempeñar trabajos con una gran influencia en las generaciones futuras como un docente o una persona famosa.
Las palabras de Luengas siguen en canales de Youtube, sus comentarios contra la vacuna y Bill Gates aún siguen sin ser eliminados, tan solo "corregidos" por unos pocos en páginas de Internet. La libertad de expresión continúa alumbrando el camino hacia un futuro saturado de información donde ya no importa lo que se lee en el periódico, pues no habrá más periódicos que en Internet, ni gente que los sepa leer más que en sueños de los escritores noveles.
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